12/06/2006

Paraguay: el presidente Duarte Frutos pide que se revea el fallo del Incendio


Durante el mes de agosto del 2004, un incendio en un gran supermercado de la ciudad de Asunción provoco la muerte de mas de 350 personas.La particularidad del caso estaría marcada no por las muertes que fueron provocadas indudablemente por la negligencia de los propietarios del lugar, sino porque habría existido una " presunta orden de los dueños del local de cerrar las puertas para evitar robos".
Esta presunta orden, no comprobada por los jueces , provoco la protesta, fuera y dentro del tribunal, de los familiares de las victimas, y provoco asimismo que haya sido el propio presidente del Paraguay el que reprochara fuertemente la decisión judicial. Sosteniendo que la sentencia no se adecuaba a la realidad de los hechos, Duarte Frutos reclamo un nuevo juicio, sosteniendo que "ya conversé con el fiscal general del Estado, solicitándole, con todo respeto, que pida que estos dos jueces se aparten del juicio."
Corrupción, desprecio por la vida, pero al mismo tiempo, una imagen acerca del dinámico y desordenado juego de las instituciones en tiempos y en momentos de emergencia. Frente a una situacion de emergencia, sea ya provocada por un fallo injusto y por la presion de grupos e victimas dejadas de lado por el derecho, sea ya provocada por los intereses de unos pocos, la nocion de independencia del Poder Judicial es, en America Latina, letra, no hecho.


Juan Manuel Otero



http://www.clarin.com/diario/2006/12/05/um/m-01322412.htm

Incendio de un súper en Paraguay: tras los incidentes, el presidente Duarte Frutos pide que se revea el fallo

Dijo que "no está adecuado a la gravedad de los hechos". Y reclamó que sean apartados del proceso los jueces que condenaron por homicidio culposo a los dueños de un supermercado incendiado en agosto de 2004, que dejó 364 muertos. El fallo desató la furia de los familiares de las víctimas y sobrevivientes. Hay al menos 27 heridos.


El presidente paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, pidió esta noche a la Justicia que se revea la leve condena contra los dueños y un guardia del supermercado de Asunción donde en 2004 murieron 364 personas tras un incendio. El reclamo del mandatario se produjo luego de duros incidentes con familiares de las víctimas y sobrevivientes, que dejaron 27 heridos.

"Hoy hubo una sentencia no adecuada a la realidad de los hechos y a su gravedad", afirmó Duarte en declaraciones televisivas. "Ya conversé con el fiscal general del Estado, solicitándole, con todo respeto, que pida que estos dos jueces se aparten del juicio", agregó el mandatario.

El jefe de Estado, además, reclamó que la Justicia revea el fallo, que condenó por homicidio culposo, un delito que es sancionado con hasta cinco años de prisión, a los dueños y un guardia del supermercado de Asunción que el 1 de agosto de 2004 se incendio causando la muerte de 364 personas.

Los incidentes se desataron apenas conocido el veredicto, cuando varias de las personas que asistían al juicio -celebrado en un centro polideportivo militar- arrojaron muebles, matafuegos y diversos objetos contra los policías que custodiaban el lugar.

La furia de los manifestantes fue porque el tribunal declaró culpables de la tipificación más leve de delito, el de homicidio culposo, a Juan Pío Paiva y su hijo Víctor Daniel Paiva, dueños del supermercado, y al guardia Daniel Areco.

Tanto la Fiscalía como la mayoría de las querellas reclamaban una sentencia por homicidio doloso, un delito condenado con hasta 25 años de prisión, por la presunta orden de los dueños del local de cerrar las puertas para evitar robos. Sin embargo, y no de forma unánime, los jueces consideraron que esa presunción no fue comprobada durante los cuatro meses que duró el juicio.

La tragedia, registrada un domingo en el que el Ycuá Bolaños estaba repleto, se inició con un fuego en la cocina de un patio interno de comidas. En pocos minutos, se transformó en un feroz incendio que afectó al edificio de dos plantas y lo transformó en una trampa mortal para las casi 700 personas que se encontraban en sus locales.

El Ycuá Bolaños estaba situado a la entrada de la capital paraguaya, tenía 12.000 metros cuadrados y había sido inaugurado tres años antes de que se incendiara.