5/02/2006

Uruguay está a un paso de romper con el Mercosur


Uruguay está a un paso de romper con el Mercosur

Tabaré Vázquez se lo reveló a LA NACION en Washington; sólo quedaría como miembro asociado


WASHINGTON.– Uruguay parece estar cada vez más decidido a romper con el Mercosur. El presidente Tabaré Vázquez analiza aplicar el artículo 21 del Tratado de Asunción, fundacional del Mercosur, para que su país inicie el proceso de desvinculación formal del bloque regional. Al mismo tiempo se dispone a solicitar un status de miembro asociado, similar al que tienen hoy Chile y Bolivia. “Hay tres niveles de actuación: desligarse del Mercosur como miembro pleno; concretar acuerdos comerciales con otros países para tener mercados para las exportaciones y que eso aliente inversiones en el país, y… no quisiera olvidarme, continuar con todas las denuncias ante organismos internacionales por el daño provocado con protestas contra las plantas [de pasta celulósica], que cumplen todos los requisitos legales y ambientales”, dijo ayer Vázquez a LA NACION a la salida de la Galería Nacional de Arte de esta ciudad, en un día sin actividad oficial en su visita a Estados Unidos. En medio del conflicto diplomático más tenso de la historia reciente con la Argentina, y cuando faltan dos días para el encuentro con George W. Bush en la Casa Blanca, el presidente uruguayo dio así una respuesta a la iniciativa de Néstor Kirchner, que convocó para el viernes a un acto masivo frente a las costas del río Uruguay. El objetivo de la Casa Rosada es respaldar la presentación argentina contra las papeleras en la Corte Internacional de La Haya. La posición monolítica de Brasil y la Argentina, que, contra la opinión del gobierno de Montevideo, consideran que se trata de un conflicto bilateral y no regional, habría precipitado la decisión de Vázquez. “Precisamos romper la dependencia regional: ya Estados Unidos es nuestro principal cliente y tenemos que atraer inversiones y generar puestos de trabajo para los uruguayos”, manifestó el presidente Vázquez vino a Estados Unidos a buscar un acuerdo comercial de país a país, aunque prefiere no hablar de Tratado de Libre Comercio (TLC) porque si no puede obtener esa categoría intentará uno que "igualmente sea muy importante" para aumentar las exportaciones uruguayas a América del Norte. Se lo veía con mucha calma y de buen ánimo. "Me encanta el impresionismo, la exposición de Paul Cézanne es una maravilla y pude comprar libros baratos", dijo, casi en el mismo tono que usó para explicar los motivos que tiene para enfocar una política comercial abierta al mundo. Con la fuerte jugada revelada ayer aquí quedó claro que Uruguay se encamina a una nueva estrategia de política comercial, para la cual Vázquez quiere tener el apoyo de todo el sistema político, de los empresarios y de los sindicatos. En pocas palabras: si no el Mercosur no aprueba los TLC -lo que no está previsto por el estatuto- Uruguay dejará el bloque. Su decisión de apartarse no parece surgida sólo de un momento de enojo por lo que considera un trato injusto de los países grandes del bloque. Porque con mucha precisión, meditada, explica que es el artículo 21 el que le permite presentar en Asunción la carta de denuncia del tratado para ingresar en la fase de alejamiento, que es el artículo 22 el que formaliza el cese de derechos y obligaciones. Y que con el artículo 20 podrá pedir una asociación de libre comercio, como Chile. Sus ministros de Economía, Danilo Astori, y de Industria, Jorge Lepra, son los que más pujan por llegar a un TLC con Estados Unidos. Cuando se conoció la información en el Río de la Plata, difundida por Canal 10, de Montevideo, Astori, sorprendido, dijo que "Uruguay no quiere cambiar de status en el Mercosur". El revuelo periodístico fue tan grande que Vázquez instruyó a su vocero, Gustavo Antúnez, para que "diera precisiones" sobre la información. Por la noche, el diálogo con uno de los hombres que acompaña al presidente en su gira, confirmó la estrategia oficial. "Si se lo dijo Vázquez, publíquelo...", aclaró a LA NACION. El anuncio de Vázquez puso en guardia a toda la comitiva, ya que el encuentro con Bush tras el que podría hacerse oficial un inminente canino hacia un acuerdo bilateral de comercio es pasado mañana. Habrán analizado cerca del mandatario uruguayo, con buen tino, que la Casa Blanca no vería con buenos ojos una "filtración" respecto de un tema que se prevé anunciar como fruto de un encuentro de presidentes. Tensión con la Argentina Hoy por hoy, el Mercosur es más un problema que una solución para Uruguay, según lo ve el presidente Vázquez. Cortes en los puentes, retroceso en el proceso de integración, negociación de los países grandes que excluyen a Paraguay y a Uruguay, solicitudes de cumbres que no le son respondidas. Basta, dijo Vázquez. El médico socialista que gobierna desde marzo de 2005 no quiere intentar un mecanismo de reelección y siente que es este período de gobierno en el que debe concretar sus propósitos. Y no está dispuesto a quedar prisionero de una pelea con su par argentino, Kirchner, al que ve cada vez con menos simpatía. "Es cierto, un TLC con Estados Unidos no estaba en la agenda -razona Vázquez-, pero tampoco estaba en la agenda el conflicto con la Argentina." Eso lo tiene muy molesto, pero prefiere acciones concretas más que respuestas altisonantes. Le parece injusto que Kirchner haya aprovechado la presidencia pro témpore del bloque para frenar la convocatoria al Consejo del Mercosur, lo que fue solicitado por Vázquez formalmente en dos ocasiones para dirimir el pleito. Y que no se haya respondido al mecanismo de controversias que se activó también por el bloqueo de puentes o la amenaza al libre tránsito fronterizo. Aunque diga que no quiere seguir la escalada de declaraciones públicas igualmente quiere evitar riesgos ante acciones argentinas para impedir o demorar la instalación de Botnia y ENCE sobre el río Uruguay y de Stora Enso en el centro del país. Por eso, decidió viajar a la cumbre Europa-Mercosur, que no lo tenía en la agenda, y entrevistarse con los presidentes de España y de Finlandia, países de donde vienen las empresas papeleras, explicar la postura uruguaya y también la argentina. Hoy estará con el presidente del Banco Mundial, donde la administración Kirchner libra una batalla para evitar financiamiento para las plantas. Vázquez comentó a sus más cercanos que eso no es preocupación: "Uruguay tiene razón en el conflicto, así que no hay de qué preocuparse. Por el contrario, es una posibilidad de demostrar lo que sucedió". Para el presidente uruguayo, el modelo es el socialista de Chile. Libre comercio con el Mercosur y ningún otro compromiso con ese bloque. Y eso, para hacer acuerdos comerciales con otros países. Vázquez está conforme con el resultado del TLC con México y destaca que en sólo dos años permitió duplicar las exportaciones. Y ahora llegó a Washington para lograr el mejor acuerdo posible con Estados Unidos y posicionarse como "gobierno serio para atraer inversiones". Por eso, a su regreso a Montevideo, Vázquez pretende convocar a los líderes políticos de todos los partidos, a los empresarios y a sindicalistas para que la salida del Mercosur tenga un amplio respaldo. Inversiones y acuerdos comerciales es la fórmula. Distancia del Mercosur, apertura al mundo, acercarse a América del Norte, Europa y Asia: el modelo que, según el propio Vázquez, quiere dejar como marca de su paso por el gobierno. Por Nelson Fernández
Para LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/802248